Sunday, December 18, 2011

No consigo entender, confieso que a veces no tiene sentido, las cosas ocurren y a penas eres consciente de una minima parte, pasa el tiempo, algunas piezas encajan, pero sigue siendo un garimatias. Probabilidades y conceptos, con una pizca de fe, todo subjetivo por supuesto.

Remando en la espiral, sin desfallecer, marcando ritmo con sonrisas y cerveza. En busca del equilibrio, para no caer en las agitadas aguas, de un mundo que no comprendo.

Enmarañado brezal de sensaciones, pintoresco cocktail de aromas, en la parte más recóndita de la montaña, se esconde siempre la magia de la belleza, entre millones de flores diferentes en primavera, formas y colores que guardan la esencia de la inocencia. Parajes hermosos en tierras de jabalís y vino de toro.

Aquí os dejo un cuento que describe muy bien lo que todos hemos sentido alguna vez:


LA FUERZA DEL DESEO

Descubriendo lo mejor de uno mismo, Paulo Coelho

El yoga Ramakrishna ilustra, mediante una parábola, la intensidad del deseo que debemos tener:
El maestro llevó al discípulo a las proximidades de un lago.
Hoy voy a enseñarte qué significa verdadera devoción – dijo.
Le pidió al discípulo que entrase con él en el lago y, sujetándole la cabeza, se la empujó bajo el agua.
Transcurrió todo un minuto y, a mitad del segundo, el muchacho comenzó a debatirse con todas sus fuerzas para librarse de la mano del maestro y poder volver a la superficie.
Al final del segundo minuto, el maestro lo soltó. El muchacho, con el corazón acelerado, consiguió erguirse, jadeante.
¡Usted ha querido matarme! – gritaba.
El maestro esperó a que se calmara, y dijo:
- Si hubiera querido matarte, lo habría hecho. Sólo quería preguntarte qué sentías mientras estabas bajo el agua.
- ¡Yo sentía que me moría! ¡Todo lo que deseaba en esta vida era respirar un poco de aire!
- Se trata de eso exactamente. La verdadera devoción sólo aparece cuando tenemos un único deseo y llegaremos a morir si no conseguimos realizarlo.