Presta atencion,

pues en lo mas profundo de tu ser

yacen los eternos siameses,

extraña dicotomia la del ser humano,

siempre en guerra consigo mismo.

Deja en mis manos

aquello que no consigues afrontar,

deja esta noche sumergida en el olvido,

dulce añoranza perdida,

que a penas si consigue esbozar,

el triste latido de un corazon lapidado,

Cada fantasma esgrime,

con cierta destreza sus armas,

este infierno de madera,

en llamas congeladas,

tatuan a fuego cada batalla,

cada golpe herrante,

las viejas heridas parecen cobrar vida,

tal vez, solo sea la manera que tiene

nuestra mente de aceptar una derrota,

pero no me consuela el hecho de saber,

que nuestra memoria es selectiva.

El velo que cubre mis ojos,

es mas tupido que ayer

tal vez en la oscuridad consiga ver mejor.

aunque quiera sembrar,

una ilusion en el abismo,

a penas si consigo mantenerme en pie.

Que el destino abrace esta locura,

pues ya no quedan paabras

que puedan saciar,

mis ganas de llorar.